POV Jaejoong
Niños de ciudad — Epilogo
::Un
lugar en el mundo::
Abrí
los ojos y sentí su presencia a mis espaldas. Que reconfortante. Volteé, observando
a la persona con la que compartía mi cama. No pude evitar que una sonrisa se curvara
en mi rostro al ver que su mueca graciosa al dormir no había cambiado: la boca
abierta, las cejas extendidas y luciendo totalmente ajeno a este mundo. Era él,
el amor de mi vida, la persona que durante los últimos trece años me había
acompañado incondicionalmente.
Yunho…
Desperezándome,
enderece mi torso y extendí los brazos, dispuesto a comenzar el día. Hoy era
una fecha especial. Salí de la cama y me dirigí al tocador queriendo revisar
que tan mal había amanecido. Los portarretratos puestos en el tocador desviaron
mi vista del espejo, haciendo que pusiera toda mi atención en ellos. Estaban
aquellas dos fotografías que me había regalado mi abuela antes de morir,
aquellas en donde estaba con ella y con mi madre. Sonreí, repasando mis dedos
por sus rostros. Luego enfoque mí vista en otra fotografía, la cual nos tenía
retratados a Yunho y a mí hace unos años cuando fuimos a nuestras primeras
vacaciones fuera de Corea. Era raro, nuestra vida si que había dado un giro de
180 grados. Definitivamente.
La
casa que herede de Lee Sooman habíamos decidido convertirla en una fundación
para niños desamparados, huérfanos o con familias disfuncionales. No lo
habríamos conseguido de no ser por la ayuda que nos brindo tanto el General
Choi como su esposa, quienes nos ayudaron a conseguir fondos de otras
fundaciones y del gobierno. Durante estos trece años habíamos estado viviendo
en la casa siendo tutores de una veintena de niños que, al igual que nosotros a
su edad, estaban llenos de sueños pero sin nadie que los protegiera. Las épocas
crueles en donde esta casa era usada para explotar niños para el beneficio de
un solo hombre habían acabado.
Y
hablando de él…
Suspiré,
hace años no había sabido nada de él. Aun seguía en la cárcel, sin embargo no tenía
ni idea como estaba o que tan mal le había ido en el encierro. Ahora después de
tantos años, solo podía sentir lástima, puesto que su vida terminó de una
manera muy agria. Bueno, al fin al cabo él se lo busco.
—¿Qué
haces?
Con
su voz adormilada Yunho me sorprendió y me giré para verlo aun acostado en la
cama, con los ojos medio cerrados. Dejando atrás mis pensamientos sobre aquel
hombre, me precipite a la cama y gatee sobre él hasta llegar a su cara. Luego
me deje caer encima y con todo el amor del mundo rodee mis manos por su cuello,
compartiendo un tierno beso de buenos días. A pesar de los años, aun me erizaba
sentir su boca sobre la mía.
—Buenos
días. —Le dije.
—Buenos
días. —Me respondió con una sonrisa.
—Rápido,
levántate, tenemos que alistarnos; hoy es el aniversario de la fundación y les prometí
a los niños que tendríamos una gran fiesta. —Dije mientras me le levantaba de
encima y me dirigía al baño para encender la ducha.
—Sí,
sobre eso… —Yunho vacilo
al también levantarse de la cama. Por su tono de voz, pude imaginarme a donde
quería llegar. —No podre
estar hoy con ustedes.
Fruncí
el ceño. —¿Por qué?
—Me
programaron una reunión con el ayuntamiento para esta tarde y nos llevara horas,
así que no creo que alcance a llegar para la celebración.
Sería
una mentira decir que no me sentí decepcionado, aun así decidí dejarlo pasar y no
hacer un conflicto. Yo sabía que Yunho no faltaba a alguno de nuestros
compromisos si no fuera por algo importante. Sabia también el amor que le tenía
a los niños, probablemente para él era difícil no estar en esta ocasión con
ellos. No iba a armar drama. —Bueno
amor, —Le sonreí. —El otro aniversario será.
Me
metí después al baño, cerrando la puerta. Bueno no era lo que esperaba, pero
aun así eso no me desanimo. Hoy sería un magnifico día.
Seguro
que lo seria.
..
La
sala de estar estaba casi perfecta: globos de colores, adornos en el techo,
arandelas, bocadillos en la mesa… lo único que faltaba era el pastel… y ese era
el problema. La pastelería había decidido cancelar al último minuto el encargo
que le habíamos hecho con semanas de anticipación y ahora estaba corriendo tratando
de buscar otra pastelería que me hiciera el pastel que tenía en mente. Era una
sorpresa, no podía dejar a los niños sin pastel, se los había prometido hace
semanas.
—Jaejoong.
—De repente entró Junsu por la puerta
acompañado de Changmin. La vida de mis amigos también había cambiado
drásticamente. Durante unos años vivimos los cinco en la casa y conforme fuimos
creciendo, ellos se apartaron a formar sus propias vidas. Ahora cada uno vivía
por aparte, con negocios y familias propias, pero siempre reuniéndonos en
ocasiones especiales como esta.
—¿Dónde
está Yoochun? —Les pregunte
al verlos llegar sin él. Se supondría que los tres vendrían juntos, ¿O es que a
él también se le dio por cancelar?
—No
los sabemos, no contesta su teléfono. —Respondió
Changmin. —Quizá esté
haciendo algún recado y no tarde en llegar.
—Eso
espero, porque al parecer hoy a todos se les dio por hacer cosas más
importantes. —Dije con algo
de amargura. Al parecer si me afecto que Yunho no estuviera aquí.
—¿Qué
dices?, nosotros estamos aquí.
—Lo
sé.
—Jaejoong-nim.
Uno
de los niños más pequeños de la casa, se ancló a mi camisa, mirándome con ojos
de cachorro. Tenía la ilusión de comer pastel ya que nunca había probado uno en
su vida, y al parecer estaba preocupado al ver que no estaba en la mesa. —¿Ya va a llegar? —Me pregunto
refiriéndose a el.
Lo
levante en mis brazos, acercando su cara a la mía. —Ya llegara, te prometo que
será el pastel más grande del mundo. —Le dije y le bese la mejilla. Ni yo mismo
me creí esas palabras pero tenía que decirle algo para no hacerle perder las
esperanza.
Con
una risita, él se bajo de mis brazos y se fue a jugar con los otros niños. ¿Y
ahora que iba a hacer? ¿Cómo les iba a decir que no había pastel? No tuve
tiempo para pensar en mis posibilidades porque de repente un estruendo sonó
desde afuera de la casa. Todos los niños corrieron hacia las ventanas a revisar
que había sido lo que se había escuchado y cuando se asomaron por la ventana,
hubo una exclamación compartida de asombro. No pude evitar que todos salieran
hacia la calle cual estampida de ganado.
—¡Esperen,
niños, esperen! —Salí
persiguiéndolos y cuando levante el rostro, una imagen confusa se presento ante
mis ojos.
Ahí
estaba Yunho… montado en una caravana junto a un montón de personas disfrazadas
de muñecos, confetis, payasos, malabaristas y muchos regalos. Yoochun también
estaba con él, preparado a repartir los regalos que había sobre la carroza. De
verdad lucía como aquellas carrozas que ponen en los desfiles de los parques de
diversiones. No entendía de donde venia ¿No se suponía que tenía una reunión en
el ayuntamiento?
De
inmediato los niños se lanzaron a la carroza cual jauría de lobos y Yunho se
bajo de ella, corriendo hacia mí mientras me mostraba su brillante sonrisa de satisfacción.
—¡Sorpresa!
Exclamó
una vez llego al frente.
Yo
no podía creerlo. —Yun… ¿Qué es
todo esto? ¿Cómo conseguiste
el dinero para traer esto?
—¿No
te dije alguna vez que cuando quiero algo trabajo duro para conseguirlo?
Ay mi Yunho. Golpeándolo juguetonamente en el
hombro, arrugue mi nariz y luego lo abrasé, tan fuerte que creo que casi le
rompo una costilla. A Yunho le gustaba dar este tipo de detalles, debí haber supuesto que lo de su "reunión con el ayuntamiento" solo era una mentira.
—Solo
quería hacer algo por nuestros niños. Un aniversario que nunca olviden. Me
hubiera gustado recibir algo así de niño, siempre desee esto y ahora cumplírselos,
me hace sentir realizado.
Yunho
me dijo mientras se colocaba a mi lado y me abrazaba con una mano, ambos
observando a los niños quienes emocionados recibían los regalos que les
entregaba Yoochun. Junsu y Changmin también estaban ahí, intentando calmar a la
horda y disipar el alboroto que se había formado en torno a la caravana.
Suspire
profundo por la imagen, de niño yo también hubiera querido que algo así me
sucediera. Nunca paso en realidad. Aguante mucha hambre, muchas necesidades,
muchas injusticias… pero la vida siempre les da recompensa a los que esperan
paciente. Eso he aprendido. Quizá mi vida fue dura, quizás nunca tuve las cosas
que por derecho cualquier ser humano debe tener, aun así mi vida ahora era de
ensueño, no tengo nada porque quejarme. Tengo amigos, una fundación que
atender, un sueño por el cual vivir… y a Yunho, esa persona que yo sé nunca se
ira de mi lado.
El
regalo más precioso que me pudo dar mi madre.
Porque
yo creo que desde donde sea que ella este, se siente feliz, feliz al ver que
sus dos grandes amores comparten la felicidad que ella siempre añoro.
Y
estén haciendo una diferencia en este mundo.
Alejándome
de Yunho y corriendo hacia los chicos, di gracias de todo lo que el destino me
deparo. Di gracias por haber nacido, gracias por haber crecido junto a Jisung,
gracias porque conocí a Junsu y Yoochun, gracias porque reencontré a Yunho y a
mi abuela.
Gracias
por haber sabido la verdad.
Gracias
por haberme dado la oportunidad de ayudar a los que más necesitan, para
demostrarles y demostrarme a mí mismo que la vida siempre da una segunda alternativa.
..
Nota: Al fin traigo el epilogo de la historia, la resolución final. Gracias por seguir este fic y por apoyarme con comentarios. Enserio fueron una gran motivación.
Por ahora no creo que vaya publicar un nuevo serial, hay alguna idea por ahí, pero con mi trabajo y demás, no tengo el tiempo ni las ganas de escribir un nuevo serial. Quiza publique los one shot que tengo casi terminados, eso si podría ser.
Por ahora me despido, siempre apoyare a mi hermosa pareja Yunjae y nunca pierdo la esperanza de verlos de nuevo juntos (como amigos, como hermanos, como pareja... como lo que sea, pero que estén juntos). Larga vida a TVXQ!
GRACIAS A TI POR COMPARTIRLA ,UNA HISTORIA DE VIDA MUY DURA Y MUY REAL A LA VEZ DE NUEVO GRACIÁS Y BENDICIONES
ResponderBorrarme encanto el epilogo todo termino en felicidad como tanto deseaban que terminara ayudando a mas niños que necesitaban el amor y cuidado que solo ellos les pudieron dar
ResponderBorrarGracias hermosa historia estaré esperando por mas cuando puedas Dios bendiga tu vida hasta pronto
Estuvo muy hermoso este epílogo ojalá que tus sueños se hagan realidad y se reúnan los cinco de nuevo y esperare con ansias la siguiente historia
ResponderBorrarkyaaaa!!! genial la vdd no me esperaba el epilogo, pero e lleve una sorpresa al estaar revisando, gracias, estuvo muy lindo, ohhhh yunho siempre tan lindo. no te preocupes todas te esperaremos hasta que puedas publicar nuevos fic, solo ocúpate de tus deberes y animo ^^
ResponderBorrarPrecioso
ResponderBorrarLo ame de verdad
Que bueno que al final si lograron estar juntos
Adaptas muy bn
Gracias
Yo no adapto, yo escribo. Gracias por seguir la historia.
BorrarMuchísimas gracias por habernos compartido esta hermosa historia. Al terminar de leer este epílogo realmente recordé toda esta historia y todo lo que pasaron los personajes para poder llegar hasta este punto, y puedo decir que es una de las historia mas únicas y reales que tuve el agrado de leer... Y aunque personalmente me hubiera gustado que algunos actos se desarrollaran en un lapso de tiempo mas prolongado, son solo cosas de perspectiva.
ResponderBorrarFinalmente vuelvo a repetir, muchísimas gracias linda, aprecio muchos el trabajo que te das al crear y escribir estas historia teniendo cosas personales que también manejar, no te preocupes esperaremos hasta que vuelvas con otros de tus maravillosos trabajos.
Cuidate mucho y bendiciones.
Interesante historia....triste pero me gusto mucho gracias
ResponderBorrar